Disfrutando lo difícil del trabajo

Disfrutando las actividades difíciles en el trabajo

Hace poco escribía no existen atajos para llegar al éxito porque el trabajo es difícil y si no fuera así, cualquiera lo podría hacer.

Reflexionando sobre el tema, me di cuenta que disfruto mi profesión y que mucha gente comparte el sentimiento, pero ¿cómo llegamos a ese punto? ¿Hay alguna manera de disfrutar la parte difícil del trabajo? Me refiero a esa misma parte que cuesta trabajo hacerla y que no podemos evitarla.

¿Qué dicen los expertos?

Malcom Gladwell en su libro Outliers, dedica a un capítulo a la teoría de que necesitamos practicar 10,000 horas para poder llegar al nivel experto de lo que hacemos.

Y también Anders Ericsson, creador de la teoría llamada práctica deliberada, nos enseña que no sólo es importante dedicarle tiempo a nuestra actividad, sino que tiene que ser un tiempo de calidad.

Lo mejor de estos dos principios es que una teoría complementa a la otra y podemos asumir que si dedicamos el equivalente a 10,000 horas de trabajo en prácticas deliberadas no sólo nos haremos expertos en lo que hacemos, sino que sentiremos felicidad al hacerlo.

Cabe mencionar que 10,000 no es un número mágico, los campos de trabajo y nosotros mismos somos diferentes.

¿Cuánto son 10,000 horas realmente? Suponiendo que de la semana laboral de 40 horas, dedicamos un 75% (30 horas) en prácticas deliberadas (sin contar vacaciones): tendremos que al año habremos acumulado 1,560 horas, es decir, en aproximadamente 6 años y medio llegaremos al rango de diez mil.

¿En qué momento empezamos a disfrutar el trabajo?

No hay mejor manera de disfrutar las actividades difíciles del trabajo que el establecer metas y cumplirlas.

Supongamos que queremos convertirnos en un maestro de la carpintería. Ese es nuestro objetivo final pero es un objetivo tan vago e intangible que si no hacemos un plan acabaremos por perder el interés o peor aún, dedicarnos a eso sin disfrutarlo. La manera más sencilla de convertirlo en algo tangible y alcanzable es establecer metas a corto, mediano y largo plazo.

Estas metas deben tener las siguientes características:

  • Las metas a corto plazo deben ser alcanzables con unas pocas horas de dedicación
  • Las metas a mediano plazo deben darnos la seguridad de que vamos mejorando y aumentando la complejidad de nuestro trabajo
  • Las metas a largo plazo son objetivos que nos darán la mayor satisfacción y que pondrán en uso lo aprendido.
  • Todas las metas deben de ser realistas, y para eso, debemos ser sinceros con nosotros mismos al establecernos y apoyarnos de gente con experiencia en el campo para validarlas.

Continuando nuestro ejemplo, establezcamos metas básicas para aprender el arte de trabajar madera correctamente:

  • Corto: Aprender a lijar una superficie
  • Corto: Conocer tipos de madera y explorar la dureza
  • Mediano: Tratar madera con diferentes tintes y recubrimientos
  • Mediano: Para crear una calidad consistente, crear 10 figuras sencillas tan iguales como sea posible (por ejemplo, las patas de un silla)
  • Largo: Construir seis sillas
  • Largo: Construir una mesa con una banca

Una buena regla para definir tiempos a los diferentes tipos de metas es considerar que corto plazo es desde horas hasta dos o tres meses. Mediano plazo suele ser de cuatro a doce meses y largo plazo de uno a tres años.

Lo más importante de esto es que ahora nuestro objetivo no es algo intangible que esperamos alcanzar un día, sino una serie de pasos que cada vez que los completemos obtendremos una satisfacción que nos hará disfrutar el trabajo.

La trampa que nos espera en cada meta

Somos humanos y nos gusta ser optimistas, aunque no lo aceptemos una vez que tenemos nuestro plan esperamos ir cumpliendo cada una de las metas una tras otra pero lo que no debemos olvidar es que cada paso vendrá acompañado con errores.

Los errores son una parte crítica en el camino de ser expertos en cualquier tema, debemos prepararnos para cometerlos, contemplarlos y aprender de ellos en cada paso.

Nuestra meta no solo debe incluir el disfrutar de alcanzar cada uno de nuestros objetivos sino también de disfrutar los errores que iremos cometiendo. Está parte tiene un grado de dificultad ya que a nadie nos gusta equivocarnos y/o perder el tiempo en errores, pero una vez que ha pasado algo de tiempo podemos observar nuestro pasado y disfrutar de los errores y lo que nos han dejado.

¿A qué te dedicas?

Cuéntame que otro tipo de actividades o principios aplicas en tu trabajo para disfrutar lo que haces, mi correo cavazos@hey.com está listo para leerte.

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